Por J.C. Malone
Nos ahogan la escasez y carestía de alimentos y combustibles, que multiplican la inflación y eso ocurre en todas partes. Ahora los políticos pagarán por platos que ellos no rompieron directamente. Escasez, carestías e inflación son consecuencias directas de la pandemia, pero los pueblos culparán a sus políticos.
Cuando inició la escasez en Inglaterra, buscaron varias explicaciones, ahora que eso es mundial, tenemos nuevas explicaciones.
Los puertos chinos detuvieron las exportaciones por la pandemia, se incendió una fábrica de semiconductores en Japón, eso detuvo la industria automotriz mundial pero esas explicaciones, como las anteriores, cambiarán.
Y nadie quiere trabajar por poca plata.
Vivimos la confusa transición hacia nuestra nueva normalidad, sabremos que llegamos al fin, cuando todo esté resuelto.
Cuando se restablezcan los suministros, se estabilicen los precios y salarios, nuestra nueva normalidad post Covid debe ser una sociedad con mucho menos desigualdades económicas.
Es la esperanza mundial.
Resulta vergonzoso, pecaminoso, obsceno, abominable y repugnante, que a un microscópico puñado de sujetos les sobre plata para turismo e inversión espacial, mientras la mayoría la pasa muy mal.
Como en la Edad Media, pocos reyes tenían palacios con cientos de suntuosas habitaciones y salones, mientras el resto de la humanidad sobrevivía en cuevas o tugurios.
Esta “libertad” es exclusiva, necesitamos una libertad inclusiva, participativa, distributiva, menos acumulativa.
De seguro las cosas se pondrán muchísimo peor antes de mejorar.
La pandemia diferenciar los políticos oportunistas de los verdaderos líderes, la post pandemia parirá un nuevo liderazgo político.
Los políticos más brillantes aprovecharán la situación más difícil para construir una nueva más equitativa como sueña la mayoría, eso les dará mucho apoyo popular.
Las pandemias siempre cambiaron el mundo, los de arriba comienzan aprovechándose, pero las sociedades terminan menos desiguales ahora ocurrirá igual, los sobrevivientes quizá digan “gracias por el Covid”.