POR NICOLÁS ARROYO RAMOS
MOCA, República Dominicana.- La economía informal se ha convertido en un fenómeno creciente en Moca y toda la provincia Espaillat; reflejándose en la instalación masiva de tiendas de ropas usadas, colmados, cafeterías, salones de bellezas, peluquerías, fábricas de productos de diversos, taxistas, motoconchos y pregoneros.
Una expresión de la realidad del incremento de la economía informal en esta plaza son los puestos de medicina llamados “Lista B”; vendedores callejeros de frutas, vegetales, jugos, café, jengibre, empanadas, quipes; las paleteras, cafeterías en las esquinas y galerías de viviendas; fábricas de alimentos para pollos, cerdos; industrias de calzados, fábricas de detergentes, panaderías, reposterías, mecánicos de carros, técnicos de celulares, televisión, radio, nevera, venta minorista en motores y camionetas, limpiadores de zapatos, lavadores de carros, entre otros.
Las estadísticas que nos aporta el Banco Central de la República Dominicana que indica que el trabajo informal representa el 56% de la mano de obra activa en el país y contribuye como canal de venta de empresas formales. Esto evidencia la importancia de este sector y la dinámica que crea en toda económica que crea en la sociedad, ya que gracias a esta, muchas personas pueden sostenerse y cubrir el sustento de su familia.
La informalidad de la economía se expresa de diversas formas: vendedores ambulantes, chiriperos, establecimientos comerciales con locales, pero que no están debidamente formalizados debido, principalmente, al exceso de burocracia para acceder a la formalidad y el posterior incremento de costos que representa para pequeños negocios.
Las empresas productoras de ron, cerveza y cigarrillos, son una expresión de esto de que la economía informal se alimenta de la formalidad, ya que gran parte de sus ventas se desarrolla en colmados que operan de manera informal en barrios de la capital y pueblos del interior.
Otra característica que identifica la economía informal es no cumplen con ciertas características económicas y administrativas propias de una economía formal (por ejemplo, no utilizan tecnologías complejas ni formas avanzadas de producción, no tienen una división del trabajo establecida, no están constituidas jurídicamente como las empresas modernas, y tienen distintos tipos de relaciones laborales al mismo tiempo).
Cabe destacar que muchas empresas formales también fomentan la informalidad, pues tienen en esos hombres y mujeres a sus principales intermediarios comerciales. Un ejemplo de esto también lo constituyen los vendedores de tarjetas de llamadas que ciertamente son trabajadores informales que se nutren de la formalidad.